lunes, 14 de septiembre de 2009

Aspero amor, violeta coronada de espinas,
matorral entre tantas pasiones erizado,
lanza de los dalores, corola de la còlera,
por què caminos y còmo te dirigiste a mi alma?
Porque precipitaste tu fuego doloroso,
de pronto, entre las hojas frìas de mi camino?
Quien te enseño los pasos que hasta mi te llevaron?
Què flor, què piedra,què humo que mostraron mi morada?
Lo cierto es que temblò la noche pavorosa,
el alba llenò todas las copas con su vino
y el sol estableciò su presencia celeste
mientras que el cruel amor me cercaba sin tregua
hasta que acercandome con espadas y espinas
abriò en mi corazòn un camino quemante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario